sábado, 25 de diciembre de 2010

4.

Hace unas cuantas horas que no veo tú rostro pendiente de mi, que no escucho tu voz, el sonido de tu sonrisa, ni despacio ni deprisa. Hace unas horas me colgaste y me abandonaste en la calle, y aun así aquí me tienes como siempre extrañándote.
Dentro de unas horas te veré de nuevo mirándome, escuchare de nuevo el sonido de tu sonrisa, ni despacio ni deprisa. Dentro de unas horas me abalanzare sobre ti en medio de la calle, te besare con fuerza o con ternura y no me separare de ti hasta que no sea la hora de marcharse.

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