martes, 22 de febrero de 2011

A veces hacernos los fuertes no es suficiente.

Es difícil, y mas aun cuando sabes que no recibes el suficiente apollo de quien debería dártelo. Mírame, mírame una vez mas y di que te he vuelto a tratar mal, mírame de nuevo dime que yo tengo la culpa, que tengo la culpa de todo, dime una vez más todo lo que he echo mal a lo largo de mi vida y después te mírame y yo te diré ¿Te has desahogado bien? porque lo único que haces es desahogar lo que tienes dentro con alguien que no tiene porque asumir las culpas cuando ni uno ni otro alomejor las tenemos. Nosotros, todos, nos dedicamos en la vida a ver primero los errores de los demás y nunca los nuestros. Soy capaz de darme cuenta cada vez que me he podido equivocar pero dime tu dejando tu orgullo a un lado, mírame a la cara y dime ¿Qué errores has echo tú?. Y no sabes cuanto me duele que aparezcas con tanto cariño, cuando sabes que la anoche anterior me habías prácticamente perdido, y mientras que me perdías tu, tu una vez más derrochabas palabras no muy agradables sobre mi y ahora mira como estas. Te miro a la cara y te pregunto, ¿De verdad eres sincera conmigo? y lo mejor o peor de todo ¿Contigo mismo/a? Y hay es cuando caes en la cuenta de que algo no va bien, de que o no nos damos cuenta o no queremos y si soy sincera no se que dos cosas son peor.
De pequeños todos hablamos de que nuestros padres nos dan el mejor amor del mundo pero solo cuando vamos creciendo nos vamos dando cuenta de la realidad de aquellas palabras. Sabemos que no es cierto el querer a dos personas por igual, sabemos que es cierto que nadie en dos personas o más tienen los mismos sentimientos. ¿Porque? porque cada uno somos únicos, cada uno tenemos nuestros mas y nuestros menos ya que nadie, como sabemos es perfecto. Con el tiempo nos damos cuenta si ese amor, aquel al que a veces aferramos es el de verdad, si alomejor solo hacen por cumplir un papel o si de verdad llegan a sentir un buen bonito sentimiento hacia a ti.
Pero en el fondo todo esto, son problemas, obstáculos, baches, que nos inserta la vida, el destino para demostrarnos a nosotros mismo lo que de verdad nos importa, para darnos cuenta de las cosas, para afrontar nuevos retos y sobre todo para hacernos más fuertes y crecer como personas.

No hay comentarios:

Seguidores

Datos personales