Hace frío y me apeteces. También cuando no hace frío, no te preocupes. Me apeteces a destiempo, incluso, cuando no pienso en ti, pero suenas de fondo. Estás detrás de cualquier delante. Eres la base de todo lo que sucede, a ver si me explico. Y me imagino contigo. Solos. El mundo atardece tras la ventana, y el viento sopla fuerte, me lo dicen los árboles cuando se agitan. Y yo estoy contigo, dentro. Aquí otro huracán agita mi pecho, proveniente de tu boca entreabierta, la cual parece la entrada a no sé qué lugar, pero quisiera meterme. Y quedarme allí. Te suenan cantos de sirenas cuando te ríes, y yo voy a dejarme arrastrar por el deseo de querer abrazarte toda la vida. Voy a dejarme, te lo juro. No opondré resistencia si te acercas hasta que ni alejarme pudiese ya separarnos.
2 comentarios:
Muy bonito, María.
Pd: Eres preciosa.
Muchas gracias :)
Publicar un comentario